martes, 29 de abril de 2014

Territorio y Arquitectura de la cultura Azteca

TERRITORIO

Los aztecas establecieron México Tenochtitlán en el centro del Valle de México. El dominio Azteca ocupó la mayor parte del centro y sur de la actual República Mexicana, se extendía, desde el poniente del valle de Toluca, abarcando casi todos los estados de Veracruz, Puebla, en el centro, Hidalgo, México y Morelos, en el sur; gran parte de los estados de Guerrero y Oaxaca, así como la Costa de Chiapas hasta la frontera con Guatemala.

Se trata de una cuenca limitada por cadenas de altas montañas en forma de anfiteatro, que tenía en medio un sistema lacustre integrado por los lagos Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco, donde el nivel era bajo y las aguas dulces.






ARQUITECTURA
La arquitectura azteca refleja los valores y la civilización de un imperio, y estudiar la arquitectura azteca es fundamental para entender la historia de los aztecas, incluyendo su migración de un lado a otro de México y su nueva representación de rituales religiosos.







Detalle Tenochtitlán  





Tenochtitlán, la ciudad capital, simbolizaba el poder azteca. La arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas mesoamericanas, poseía un innato sentido del orden y de la simetría.
Los diseños geométricos y las líneas extensas eran representaciones de dogmas religiosos y del poder del Estado. Además, los aztecas usaron bajorrelieves, muros, plazas y plataformas como medios con los cuales representar a sus dioses e ideales.
Ejemplos de la monumentalidad y grandeza de los aztecas se hacen evidentes en el Templo Mayor, cuya plaza podía dar cabida a 8,000 personas, y en el mercado de Tlatelolco, que podía albergar a 20,000 personas en los días de mercado.



Templo Mayor
En el Recinto del Templo Mayor confluían los aspectos más importantes de la vida política, religiosa su mitología y económica de los mexicas, aquí tenían lugar desde las fiestas que el tonalpohualli marcaba hasta la entronización de tlatoanis y funerales de viejos gobernantes.



    
                


Ciudad de Tenochtitlán

Se sabe que el epicentro ceremonial agrupaba no menos de 78 edificios, de los cuales, hoy se conoce gracias a las excavaciones el Templo Mayor y algunos edificios más que subyacen bajo la Catedral.








Templo de kukulcan 
Es un edificio, de base cuadrada, presenta una planta de doble simetría  de 55 m de lado, que cubre 3.000 m2. Tiene 30 m de altura. Cuatro grandes escalinatas axiales atraviesan los nueve escalones de la pirámide y están provistas de rampas, en cuya base se encuentran, sobre el lado norte, dos enormes bocas de serpiente emplumada

viernes, 25 de abril de 2014

Rituales Aztecas

SACRIFICIOS

Los sacrificios eran muy importantes para los aztecas porque creían que sin estos sacrificios los dioses los dioses no recibirían sus honras y el mundo llegaría a su fin. La noción central era que sin muerte no podía haber vida. Sin esa alimentación constante a Huitzilopoctli, además, el Sol dejaría de salir. El sacrificio, entonces, era para mantener el equilibrio del universo, y evitar el fin del mundo.
Además de conquistar territorios, las guerras tenían la finalidad de conseguir cautivos destinados a ser sacrificados. La forma más usual era colocarles sobre el altar en el templo donde cuatro sacerdotes le sujetaban por las extremidades mientras un quinto le extraía el corazón todavía palpitante con un cuchillo de obsidiana. Tras ser arrancado, el corazón era ofrecido a los dioses mientras el cuerpo se arrojaba por las escalinatas del templo. A veces el cuerpo se desmembraba y se comía en un claro ejemplo de canibalismo ritual. El dios al que más hombres se sacrificaron fue Huitzilipochtli de Tenochtitlán, dios solar y guerrero.
Era tal la necesidad de hombres para ser sacrificados que incluso existía un tipo de guerra destinada a este fin, las “Guerras Floridas” establecidas entre Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan por un lado, y los Estados rivales de Tlaxcala y Huexotzinco, del otro. El objetivo de estos enfrentamientos era proporcionar una cantidad enorme de guerreros para ser sacrificados. Cuando un guerrero era apresado se entendía que era el dios mismo el que lo capturaba y la muerte en la piedra del sacrificio eran un gran honor para el sacrificado y su familia.
A la hora del sacrificio, en la plaza situada en la parte inferior del templo se asentaba la población común (macehuatli). Este, probablemente, estaba bajo el influjo de una música de percusión muy reiterativa que le facilitaba el acceso a un estado mental especial, parecido a un trance, y veía ascender, por las escalinatas del templo, las procesiones religiosas que llegaban hasta su cumbre.
La procesión religiosa estaba compuesta por los sacerdotes importantes (Tecuhtlí) y por los que iban a ser sacrificados.
El sumo sacerdote se embadurnaba con un unte negro preparado a base de una ceniza, obtenida al quemar animales ponzoñosos, y a la que se añadían tabaco y la semilla molida de una planta alucinógena llamada ololuchqui. El sumo sacerdote tenía una gran melena, ya que nunca se cortaba el cabello y posiblemente, se adornaba con un tocado de plumas de quetzal o de águila.
El que iba a ser sacrificado era, generalmente, un prisionero de guerra, pero también podía ser un voluntario. La necesidad de obtener víctimas para los sacrificios era tan acuciante que, muchas veces, las guerras se hacían para obtener prisioneros y un hombre común podía subir de rango social si hacía prisioneros a 4 enemigos. El cuerpo de la víctima era pintado con largas líneas rojas, para indicar que estaba destinado al sacrificio.
A la hora del sacrificio, 4 sacerdotes sujetaban a la víctima, cada uno por un miembro, y lo echaban de espaldas sobre una piedra puntiaguda que hacía las veces de altar (téchcatl). Un quinto sacerdote traccionaba hacia atrás del cuello de la víctima mediante una especie de collar. Tras esto, el sumo sacerdote cogía un gran cuchillo de sílex muy agudo y ancho, y con un hábil movimiento, practicaba un corte a nivel del hemitórax izquierdo de la víctima para, seguidamente, introducir una de sus manos en esta cavidad y arrancar el corazón a la víctima. El corazón babeante de sangre era depositado en un brasero con copal y ofrecido a la divinidad. El cuerpo sangrante del que había sido sacrificado era lanzado por la escalinata para dejar sitio a otra víctima y, posteriormente, podía ser consumido, excepto su tronco, como alimento. En algunas ceremonias, la víctima era desollada y el sumo sacerdote se vestía con la piel así obtenida.
En el futuro, los cráneos de los sacrificados podían quedar expuestos sobre una especie de plataforma (tzompantli), como sucedía en la ciudad maya de Chichén ltzá, influenciada grandemente por los aztecas.



RITUAL DE FUEGO NUEVO

Para los antiguos Aztecas, cada ciclo de 52 años en la antigua Tenochtitlan, el mundo estaba en peligro de dejar de existir si el sol no se levantará de nuevo, por ello era encendido en un templo que actualmente se encuentra bajo el cerro de la estrella, (cuyo nombre prehispánico era Huizachtecatl), por medio de un ritual, el fuego nuevo, buscando animar al sol a salir por otro ciclo de 52 años más.

Al atardecer del día último del ciclo, todos los fuegos eran apagados, y sólo los sacerdotes en la cima del cerro eran los indicados para iniciar un fuego nuevo, mientras un sacrificio humano era realizado, se sacrificaba al mejor de los guerreros o a una persona importante para el pueblo y se quemaban o destruían los artículos de guerra y personales ya que el fuego nuevo para ellos era renovación.

Dicho cerro se encuentra en el centro de la populosa delegación (o municipio) de Iztapalapa en la ciudad de México, donde actualmente se realiza la crucifixión.



Gobernantes Aztecas



Acamapichtli (Siglo XlV)
Primer soberano azteca. Su nombre significa “el que empuña la vara”. Hijo de un noble llamado Opochtli Iztahuatzin y una princesa llamada Atotoztli. Por su valor en la guerra, los señores de Atzcapotzalco permitieron a los aztecas elegir a Tlatoani (rey). El primer rey mexica fue Acamapichtli, quién gobernó de 1376 a 1396. Fue nombrado por Tesozómoc, rey Tepaneca de Atzcapotzalco, cuando el pueblo azteca estuvo al servicio de este. Acamapichtli mantuvo buenas relaciones con las vecinas ciudades de Culhuacan t Atzcapotzalco, lo que le permitio engrandecer Tenochtitlan hasta los limites que le imponía la opresión de los Tepanecas. Del fruto de sus matrimonios nacieron Huitzilihuitl, Chimalpopoca e Itzcóatl; todos fueron reyes, Acamapichtli murió en 1396.

Huitzilíhuitl (1380 – 1417)
Segundo rey azteca. Nació en Tenochtitlán en 1380. Su nombre significa “pluma de colibrí”. Hijo de Acamapichtli, rey azteca entre 1404 – 1416. Huitzilíhuitl fue sucesor de Acamapichtli Como aún no estaba casado pidió una de sus hijas al señor de Atzcapotzalco, Tesozómoc. Esta medida diplomática hizo que se mejoraran las relaciones entre los dos pueblos y que Tesozómoc redujera los tributos. También se incrementó el comercio azteca y mejoro su situación económica. Con él se inició el trato con la región Tlahua, que aportaba el algodón para las primeras ropas de esta fibra. Quiso llevar el agua potable hasta su población, sin conseguirlo. Se organizó en su tiempo un tráfico de lagos con canoas que atravesaban el lago Texcoco. Reinó 21 años y murió en 1417.

Chimalpopoca (1417-1426)
Fue el último de los tlatoque mexicas que mantuvo una relación de subordinación con los tepanecas de Azcapotzalco. Aun así, gracias a que era nieto de Tezozómoc, el poderoso señor de esa ciudad, Tenochtitlan obtuvo ventajas que le permitieron iniciar su pleno crecimiento. No obstante su violenta muerte, al final del reinado de Chimalpopoca la capital mexica estaba en capacidad de enfrentarse al otrora cuasi invencible imperio tepaneca.
Su corta edad al momento de ser nombrado tlatoani, entre 9 y 12 años, casi un niño, permiten suponer que en su nombramiento más que los méritos políticos o militares, como sería el caso de la mayoría de los otros tlatoque, se tomaron en cuenta factores de conveniencia política, señaladamente su pertenencia por vía materna al linaje tepaneca.
Que Tezozómoc, señor de Azcapotzalco, tenía preferencias por su nieto se vio reflejado en la constante reducción del tributo que los mexicas debían entregarle. Esto permitió que las condiciones de vida en Tenochtitlan siguieran mejorando, se realizaran cada vez más construcciones y se tuviera acceso a una mayor cantidad y variedad de bienes.
Durante ese tiempo los mexicas solicitaron a Tezozómoc su permiso para construir un acueducto desde Chapultépec.

Itzcóatl (1381 – 1440)
Soberano azteca. Hijo del rey Acamapichtli y de una concubina, llegó al trono en 1428, tras la muerte de sus sobrinos Huitzilíhuitl y Chimalpopoca. Decidido a terminar con la hegemonía de los tepanecas, y apoyado por su consejero Tlacaélel, logró forjar una alianza con diversos pueblos de la zona, gracias a la cual se impuso al monarca tepaneca Maxtla, en 1430. Tras esto, estableció una nueva alianza con las ciudades de Texcoco y Tlacopán, sobre la cual cimentó la preponderancia de los aztecas en la región. Itzcóatl urbanizó Tenochtitlán, hizo caminos para unirla a tierra firme, comenzó a edificar templos y construcciones cívicas, organizó el gobierno y creó una jerarquía religiosa. Realizó asimismo algunas conquistas, como la de Cuernavaca.

Moctezuma Ilhuicamina (1440 - 1469)
También conocido como Moctezuma el Viejo o Moctezuma I. El significado del primero de sus nombres, propiamente Motecuhzoma, aún es incierto. Entre las posibilidades que han sugerido varios autores se encuentran: “señor que se enoja”, “el que se enoja señorialmente” o “el que se pone sañudo o ceñudo”. El glifo para este nombre es un tocado real y con él se le identifica en algunas representaciones. Ilhuicamina significa “el flechador del cielo”, cuyo glifo, con el que se le identifica en varios códices, está formado por una representación del cielo con una flecha incrustada. Nacido en la década de 1390, fue hijo de Huitzilíhuitl, segundo tlatoani mexica, y de una hija del señor de Cuauhnáhuac. Tuvo como hermanos a Chimalpopoca, el tercertlatoani, y a Tlacaélel. Aunque sólo tuvo dos hijos, tres de sus nietos: Axayácatl, Tízoc y Ahuítzotl, gobernaron Tenochtitlan.


Axayácatl (1454 – 1481) 
Su nombre significa “el de la máscara de agua”, aunque también puede ser “el que tiene agua en la cara, el esforzado”; se representa por un rostro humano del que brota una corriente de agua. Nacido en 1450, fue nieto de Moctezuma Ilhuicamina. Su madre, Atotoztli, era hija de ese tlatoani y su padre, Tezozómoc, hijo de Itzcóatl, el cuarto gobernante mexica. Casó con muchas mujeres y entre sus hijos se encuentran Moctezuma Xocoyotzin y Cuihtláhuac, noveno y décimo tlatoque de Tenochtitlan.
Contaba con 19 años al momento de ser nombrado tlatoani de Tenochtitlan. A diferencia de sus antecesores, curtidos en el gobierno y la guerra al momento de su ascenso, Axayácatl era un joven sin mayor experiencia pero los electores consideraron que tenía un gran potencial para ejercer el liderazgo. Otro factor que parece haber favorecido su elección fue la influencia política que tenía su madre, hija del recién fallecido Moctezuma Ilhuicamina (aunque algunas fuentes señalan que fue su madre una señora de Tacuba llamada Huitzilxochitzin), y el hecho de que su otro abuelo fuera el prestigiado Itzcóatl. 

Tízoc (1461 – 1486)
 Su nombre significa “el que hace sacrificio”, aunque otras alternativas serían “el que hace penitencia”, “el que sangra”. Comúnmente se le representa con una pierna que muestra cicatrices, aunque también se le encuentra como una piedra atravesada por una púa de maguey o un hueso. No se tiene noticia cierta de su fecha de nacimiento. Fue nieto de Moctezuma Ilhuicamina –su madre era hija de este tlatoani– y su padre, Tezozómoc, era hijo de Itzcóatl, el cuarto gobernante mexica. Era hermano de Axayácatl, su antecesor, y de Ahuítzotl, quien lo remplazó en el trono. Según algunas versiones, a la muerte de Axayácatl el trono de Tenochtitlan fue ofrecido a Tlacaélel, pero éste lo rechazó. Que esto haya sido así es poco probable pues su influencia había decaído un tanto desde el reinado de Axayácatl y era bastante viejo para el momento de la elección del nuevo tlatoani. Tízoc, que, como algunos de sus antecesores, había ostentado el cargo de tlacochcálcatl bajo el mando del rey fallecido, parecía una mejor opción por su ascendencia –era hermano de Axayácatl– y por su experiencia en asuntos militares. 
Como lo hicieron algunos de los tlatoque previos, Tízoc emprendió una campaña inaugural en la región de Itzmiquilpan y Metztitlan, cuyo propósito principal era la captura de enemigos que se sacrificarían durante la ceremonia de investidura.


Ahuízotl (1467 – 1502) 

Su nombre significa “el espinoso del agua” y alude a un animal fantástico. También se le traduce como “perro de agua”, principalmente por las características de su glifo formado por un mamífero asociado con una corriente de agua. No se tiene noticia cierta de su fecha de nacimiento, aunque se sabe que era menor que Tízoc. Fue nieto de Moctezuma Ilhuicamina. Su madre era hija de este tlatoani y su padre, Tezozómoc, hijo de Itzcóatl, el cuarto gobernante mexica. Era hermano de Axayácatl y de Tízoc, sus antecesores. Ahuítzotl fue padre de Cuauhtémoc, ultimo tlatoani de Tenochtitlan.
Aunque al parecer hubo dudas respecto a su elección como nuevo tlatoani, principalmente por su juventud, Ahuítzotl se convirtió a la larga en uno de los gobernantes más exitosos de Tenochtitlan. Desde un principio, Ahuítzotl tuvo claro que su papel era recuperar el poderío mexica, deteriorado durante el gobierno de Tízoc; de hecho algunas fuentes lo señalan como el instigador del complot que llevó a la muerte por envenenamiento a aquel señor. Al asumir el trono contaba con experiencia militar, y durante el reinado de Tízoc tuvo el cargo de tlacatécatl. Ahuítzotl fue, ante todo, un avezado líder militar que no dudaba en ponerse al frente de sus tropas para emprender una campaña.

Moctezuma Xocoyotzin. 

También conocido como Moctezuma el Joven o Moctezuma II. El significado de Moctezuma aún no está claro; además de “el que se muestra enojado” se han sugerido otras interpretaciones como “señor que se enoja”, “el que se enoja señorialmente” o “el que se pone sañudo o ceñudo”. El glifo para este nombre es un tocado real, normalmente acompañado con una orejera de turquesa. El mote de Xocoyotzin, “el Joven”, no tiene glifo y más parece ser un apelativo para distinguirlo de su abuelo, Moctezuma Ilhuicamina. Nacido en 1467, fue hijo de Axayácatl, el sextotlatoani mexica, y hermano de Cuitláhuac, quien lo sucedió en el trono.
Cuando ascendió al trono, Moctezuma Xocoyotzin tenía 35 años y era un hombre maduro que se había distinguido por su valor en el campo de batalla y sus habilidades políticas. De Moctezuma se dice que era muy religioso y se le reputaba como un hombre sensible y avezado en las artes. A la sazón de su antecesor, llevaba un opulento modo de vida y había acrecentado la distancia entre el gobernante supremo y su pueblo; se dice que nadie podía verlo a los ojos y debía guardar un estricto protocolo en su presencia.
Como sus antecesores, tuvo numerosas mujeres y con muchas de ellas se casó motivos políticos, pues al tomar una mujer de otro grupo establecía una alianza con el pueblo del que procedía.